agosto 27, 2012

Bisexualidad para amenizar la cena

Hace ya algunas semanas estuve en medio de una conversación sobre la existencia de la bisexualidad. De manera personal no quize ahondar en comentarios frente a lo que en esa plática se planteaba, por cierto recelo hacia el tema tal vez o simplemente por no generar una discusión que se tornara más complicada de lo que era ya en ese momento. 

En ella se planteban dos mundos de opinión hacia el tema. Uno que dice, y seguirá diciendo, que no existe, que es meramente una forma de esquivar la inminente homosexualidad que se revelará, o negará, a futuro. Que plantea a la bisexualidad como una mentira, ¿piadosa?, frente a los prejuicios de la sociedad y en el que las posibilidades prácticamente están cerradas a la heterosexualidad y a la homosexualidad como espectros totalitarios de la orientación. En pocas palabras eres de un bando o de otro, no hay intermedios. 

La otra postura planteaba a la bisexualidad como una gama de posibilidades donde todos entramos de cierta forma. Una gama que va desde la heterosexualidad hasta la homosexualidad pasando por niveles en los que eres bisexual con carga homo o hetero equivalente o inclinada hacia alguno de los dos, pero que funciona para abrir las posibilidades de relación tanto sexual como emocional sin importar méramente el sexo de la pareja.

Ambas opiniones expresaban algunas posturas de la psicología, refiriéndose a estudios sobre la orientación sexual realizados en diferentes partes del mundo a lo largo de la historia. Añadiendo también las experiencias personales y la postura de cada integrante de la conversación frente al tema.

Al final la conversación no pasó a mayores en términos de alguna solución o acuerdo, más bien se expuso un tema, se expresaron opiniones y se cerró cual caso no resuelto en una corte donde l@s acusad@s no podían defenderse del todo, por falta de presencia o por precaución frente a un totalitarismo sexual que podía rayar en una especie de fanatismo. 

Sin embargo, este tipo de conversaciones generan en mi cabeza preguntas que al resolverse se replantean y cuestionan aspectos cada vez más complejos del pensamiento de algunos de mis amigos en pleno 2012. 

De manera personal sé que es imposible generalizar y dar respuesta totalitaria frente a temas de sexualidad en general. En cada cabeza habrá siempre ideas y pensamientos que jamás serán planteados, al igual que estilos de vida y experiencias que delimitarán la forma de referirse hacia temas estigmatizados en una sociedad como la mexicana. 

Eres gay y te acepto, acepto que seas amanerado, afeminado, machorra, puto o tortilla. Pero te acepto. Como si en esa aceptación estuvieran incluídos todos esos adjetivos que ni son referentes a la comunidad de forma obligatoria, ni son mental y socialmente sanos. Es casi como decir, eres heterosexual y acepto que seas "normal", sano y buena persona.

Dices que eres bisexual y te señalo, te señalo como indefinido, promiscuo, mentiroso, doble moral, hipócrita. ¿Desde cuándo todos esos adjetivos están ligados al mundo no heterosexual? Los encabezados de la nota roja en los periódicos confirman día a día que ese tipo de afirmaciones nada tienen qué ver con la orientación sexual. 

La diversidad sexual es prácticamente como la diversidad en gustos gastronómicos, literarios, musicales e incluso equivalente al hecho de que te guste el blanco, el negro o el gris. En un mundo que obliga al individuo a "ser" de uno de los dos bandos (homo o hetero) ¿no sería más fácil expresar eso desde el principio? Decir soy gay y ya. Soy heterosexual y ya. ¿Por qué adentrarnos en una complicación de términos como la bisexualidad, la polisexualidad, la demisexualidad? La respuesta es muy simple: Porque existen. Porque han existido siempre y seguirán estando. Más allá de si las teorías psicológicas, médicas, biológicas e incluso religiosas las aceptan o no.

Alfred C. Kinsey demostró las diferentes caras del comportamiento sexual humano en la sociedad estadounidense en 1948, generando incluso una escala de medición que abaraca y explica tanto las preferencias sexuales como las variaciones posibles a lo largo de la vida (Escala de Kinsey). Resultados que tuvieron un impacto claro en la fomra de ver y percibir a la sociedad. Publicando sus estudios en dos libros distintos pero compementarios: Comportamiento sexual en el hombre, 1948 y Comportamiento sexual en la mujer, 1953.

El problema  en una sociedad como la nuestra es la costumbre de ver la paja en el ojo ajeno. El problema es pensar que nuestro cerebro alberga todas las explicaciones y que en ellas radica la respuesta total a temas que, por lo general, no hemos vivido y que probablemente jamás tengamos el valor de enfrentar. Temas que no comprendemos y frente a los que nos cegamos cuando algún destello de lógica y razón aparecen para justificarlos. 

"Fomentaría un raciocinio más claro sobre estos temas si las personas no fueran clasificadas como heterosexuales ni homosexuales, sino individuos que han tenido cierta cantidad de experiencias heterosexuales y cierta cantidad de homosexuales. En vez de usar estos términos como sustantivos indicativos de la persona, o incluso como adjetivos para describirlas, debiesen mejor ser empleadas para describir la naturaleza de las relaciones sexuales en sí, o al estimulo al que el individuo responde". A. Kinsey, Sexual Behaviour in the Human Male. (1948)

Seamos claros al respecto. Ya sea por prejuicio, por negación, por intoleracia, por religión, por falta de conocimiento. Por lo que sea. No aceptar las diferencias y más allá de eso, clasificarlas en el terreno de lo inexistente y lo prohibido genera una escacez mental y de entendimiento equivalente a la ignorancia y a la falta de formación e información.

"El género masculino no representa dos diferentes poblaciones, la homosexual y la heterosexual. El mundo no esta dividido entre cabras y chivas. No todo es blanco y negro. Es fundamento de la taxonomía que la naturaleza rara vez se topa con géneros discretos. Solo la mente humana puede inventar dichas categorías e intentar forzadamente separarlas de dos ternas diferentes. El mundo viviente es una continuidad de cada uno de sus aspectos. Mientras más rápido aprendamos esto concerniente a la sexualidad humana, más pronto alcanzaremos un serio entendimiento de las realidades del sexo en sí". A. Kinsey, Sexual Behaviour in the Human Male. (1948)


Mi amigo se dice bisexual.

¿Se dice?, ¡Es bisexual! o acaso cuando te preguntan contestas: "¿Yo? me digo heterosexual, mucho gusto".






Finalmente, les comparto este documental. De las pocas cosas que hay en la red que plantean el mundo de la bisexualidad abiertamente haciendo un análisis claro y desde varias perspectivas.




junio 30, 2012

LENGÜETAZOS Y DOLOR DE CABEZA


Las glorias de la batería que dejé sobre el escritorio. Visión de insomnio. Piernas de milla y carretera. Cartones blancos y refresco de burbujas. Vello delgado y transparente. Las piernas colgando en el teléfono. El teléfono colgando en los versos, los versos cayendo desde los dientes. Dejé el sueño, las glorias en el auricular y las blancas del teclado. Dejé el deseo.
Cuando en el silencio se gana el piso de la fortaleza. ¿Qué pedirías? ¿Qué pediríamos? Rítmico, color rosado en las mejillas. Dolor en las rodillas y pies acalorados. Recibiremos en furgoneta los kilómetros de piel por la que hay que viajar tocando.
Marchitarán los recuerdos en el tiempo si sabes bailar. Tonterías. Luces en recuadro. Corazón. No tengo sal ni carne en el refrigerador, ni fresas ni cerezas acomodadas en el frutero, ni promesas olvidadas. Caminando sin cabeza, inocente reflexión, inocente intento de voces en silencio.  Ojos a través de la espina, a través de la vértebra. Cama a la deriva sobre la que se observan las aguas. El cuello, las olas, el sueño.
Con temor a no poder detenerme y contarte lo que no deberías escuchar. Las líneas punteadas por las que avanzan las razones y las partículas. Polvo de azúcar blanco y deforme cubre las manos delgadas.  Registrando el discurso que titila en los ojos y que se guarda en las bocas. Orden sin resultado final.
Flor con pétalos en forma de dedos de los pies. Pies con dedos en forma de cabellos largos y negros. Cabellos en forma de granos de arena. Arena como lenguas tiradas a la orilla del mar, saboreando la sal de las olas en forma de láminas de acero.
Recorren los dientes la planta. Suavizan la entrada. Confianza en tela negra y transparente. Diferencia de sabores y lunares.  Glorias. Cuellos de camisa. Rumor. Noches. Lengua acariciando el paladar ajeno. Recorriendo la vena. Envenenando el sabor. Saboreando el corazón producto de las glorias. 


abril 29, 2012

"That’s how I love you baby.
Cuz you're the one for me and I’m the one for you.
Cuz baby you’re the one.
You’re my fantasy, my bloody candy bar.
Cuz baby you're the one."
 The one/Esteman

THE ONE

Con la poca importancia que le damos al mundo me pregunto tantas cosas. Lo que decimos, por dónde caminamos, las miradas que compartimos. Algo en este ritual diario me termina cansando. Por aquí voy, seguro de lo que transporta mi cuerpo, de lo que recitan mis labios. Una canción, un lugar para ocultar los pensamientos. Respiros que no se borran con el tiempo. Los buenos momentos que no se detendrán. Las promesas en las que creo. Aquí estoy sin dudar tanto de lo que viene. De lo que me hace sentir bien.

¿Vivimos enamorados? ¿en qué se convierten las conquistas diarias? ¿Qué es mío? ¿Quién más está?

Un día observaba el pueblo desde la altura, desde el cerro. Veía en él lo inútil del andar sin sentido, lo que pasaba debajo de los techos de plástico. Hormigas que fumigadas no entendían hacia dónde iban.

Quiero saber si hace tanto bien respirar el aire limpio o simplemente se droga el cerebro con la pureza de los árboles. Me marcho buscando un nuevo terreno dónde sembrar. Me marcho seguro de que allá algunas cosas que hoy no tengo esperan para ser tomadas por mis manos. El tiempo nos hace ver lo que somos, lo que decimos que no, lo que pasa y yo me alejo buscando una casa nueva, un viaje a otro lugar.  ¿Quién elige el rumbo? Parará.

Lo que causó la imposible dispersión. Que crezcan sobre mis brazos placas de metal. La razón es clara. Veo una máquina que domina. Una ciudad que desconozco. Una ficha más que jugará sobre la mesa sin compañía. El control se pierde al decir que no. Una herida en un dedo de mi pie izquierdo. Una herida que no conozco y a la que le atribuyo un juego de masticados trozos de papel. Te seguirán. Te mirarán. Te escucharán.

Rítmico y fugaz. Cabrón. Quiero que me hagas reír. Que me tomes una foto y cuando estemos lejos, me la mandes por correo, con una nota detrás. Palabras sin más. Salir a caminar y pintar la pregunta frente a tu ventana. ¿Qué pasó? No lo sé. Complejo. Cosas mejores en las qué pensar.

Cambia el fondo y tu sonrisa no varía. Travesía en la que te llevaré conmigo. Busca mi corazón una casa, una rumbo, un bastón y tus ojos. Si a ti te gusta ahí vamos. Pinta alrededor de mi ombligo el mapa de las cosas que quieres que hagamos juntos. Que lo vea claro frente al espejo, que no exista pose para entenderlo. ¿Qué soy? ¿de qué manera? Tradición. Salvaje. Planeta. Quizás. En el momento. Discusión. Juego.





febrero 19, 2012

En tus ratos de ocio

De vez en cuándo quiero aparecer en la barra de tu buscador. Que escribas mi nombre en él y entres a la primera página que llame tu atención. Sólo de vez en cuándo, en los momentos en los que tengas un rato libre y el ocio no dé para más.

Quiero que busques los textos que suelo escribirte y pienses en lo que significan cuando los leas. La primera vez que lo hagas piensa que puede parecer aburrido, la primera vez que lo hagas, también, piensa en la lentitud en la que vivo y en la velocidad con la que sabes que los puedo llegar a escribir.

Cuando alguno te recuerde algo, medítalo, piénsalo hasta que te duelan las imágenes que pasen por tu mente. Piensa en las ramas verdes y las capturas visuales. Piensa en las montañas y en las noches. Imagina lo que ha pasado como si se repitiera, como si no hubiese terminado nunca el momento y siguiéramos ahí. Deja partir el globo de la locura y pide el deseo que se te antoje.

Si suena cursi lo que lees, no te brinques las líneas, que es ahí donde están retratadas las miradas. Es ahí donde se encuentran las promesas. Donde se comenzaron a escribir los años y suscitaron las primeras emociones. Donde estarán guardados para siempre los labios que parecían imprudentes.

Cuando te aburras cierra la página y olvida lo que llegó a tu mente. Hazlo sólo cuando lo necesites. Búscame y encuentra lo que sabes.

enero 08, 2012

Práctica de vuelo

Darle la vuelta al mundo. Darle la vuelta al país. Darle la vuelta a la ciudad, a la avenida, a la cuadra. Subirse al primer camión que pase y llegar al final de la ruta. Darle la vuelta al amanecer, a la luna, darle la vuelta al cuarto en avión.

Fuga.

Huída.

Salida.

Encomendar la luz que te despierta a la primer persona que veas. Regalarle las sábanas a quien despierta a tu lado. Dormir como nunca. Dormir para siempre.

Pacto.

Demonio.

Ángel.

Partir recargando el peso en el dedo gordo del pie derecho. Beber un litro de leche. Una copa de vino. Tomarte la última gota de agua.

Subir.

Volar.

Enloquecer.

Dejar caer una piedra desde lo alto de un edificio. Marchitar una flor a través de los meses. Mirar una fotografía hasta que desaparezca. Musitar el poema más cursi. Escribir la última entrega sexual y publicarla en un libro.

Nombrar.

Observar.

Morir.

Tenerle miedo al sol. Enmudecer platicando con una roca. Comerte un dulce. Desempacar la maleta olvidada. Empacar las cartas y los recuerdos. Escuchar una canción indiferente. Morder un labio. Oler el cuello. Tocar la espalda.

Lastimar.

Sanar.

Cerrar los ojos.

octubre 29, 2011

Muertito/Muerto


Muertito
Hacíamos un arco con flores de cempazúchitl, lo colocábamos cerca de la puerta llenándolo de comida,  tamales, zacahuil, mole. Un banquete por aquellos que regresaban. Encendíamos las veladoras.
Cerca del altar se colocaban el pan y las frutas, el agua para recibirlos. Cerca del pan y las frutas un plato con sal y cerca de la sal comenzaba el camino de pétalos hacia la puerta de la casa y de ahí hacia la calle empedrada. Con gusto observábamos cientos de caminos iguales saliendo de todos los hogares del pueblo.  Sonaba a la distancia la música alegre de la gente que pasaba todo el año esperando el ritual donde se adelgaza el hilo de la vida y la muerte. Familias enteras esperando. Familias enteras añorando a los que se fueron.  

Muerto
Que se quemen tus pupilas con el resplandor de este mar blanco que tienes frente a ti. Que se quemen y que diluyan en tu cerebro la última imagen que ves. Tan asombrosa como la piel erizada en el momento del sexo. Del placer.
Que atribuyan a mi persona la lucidez de esta relación alocada. Que me culpen, que me juzguen por sentir hacia ti el delirante complejo de necesidad. Que me sentencien a muerte si es necesario, que me manden a la hoguera como bruja peligrosa, que me encierren en una bodega sin techo esperando al sol como vampiro seductor, como monstruo despierto y alerta.  Que huyan todos al verme, porque de mi saldrá el humo denso y profundo de lo incandescente.
Que se coman las larvas la piel que me cubre, que la devoren sin prisa, sin refugio alguno, sin pena, sin cohibición. Que copulen en mi tumba para que se reproduzcan como fruto de la muerte. Porque es de esta carne de la que emana la pasión. Porque es de estos huesos de donde sale la locura. Que no sobrevivan ni mis cabellos, que no sobrevivan ni mis uñas. Que se maten a golpes las palabras que jamás se han dicho, en ninguna lengua, en ningún idioma.
En el eterno descanso que crezcan de mis entrañas hierbas y plantas silvestres, que broten de la tierra y respiren cuando yo no lo haga, que sus raíces chupen la última gota de sangre que me quede, que la succionen. Que la laman con sus lenguas llenas de tierra y podredumbre. Que dejen mi cuerpo hecho nada, ni siquiera polvo. Que sea tal su hambre y salvajismo que aun en la tumba me carcoman. Que espere sin opción el momento del regreso, no de la resurrección, sino del llamado de las venas, el llamado a casa. Mientras tanto que florezcan en rosa y amarillo, en pétalos de lumbre y suelo como fogón que las calienta.



septiembre 27, 2011

Trident Xtra Care del 27 de septiembre.


Quiero tenerte entre las manos, para poder masticarte como chicle de menta. Para poder diluirme entre el sorbitol de tus pensamientos, maltitol de locura y humectante (glicerina) de tus labios.  Eres como los saborizantes naturales y artificiales, (menta) del recuerdo. Me detengo entre tu pelo como goma arábiga, en medio del esterato de sodio de tus dientes, aspartame de la duda nocturna y llena mi cama con el fosfato de calcio que emana de tu piel, proteína de leche, colorante inorgánico. Asesúlfame, te lo pido entre besos y abrazos. 
Son estos días los que me hacen querer vivir hasta el infinito.